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MEDIA LUNA |
La explotación del manantial se dio efectivamente después de la llegada de población española a la región de Rioverde, quienes comenzaron la construcción de los primeros canales.
“El aprovechamiento de la Media Luna se inició en 1617, al fundarse la misión franciscana. La obra de riego consistió en la excavación de una acequia (acequia Rioverde) que permitió derivar y conducir el agua hasta los huertos y sembradíos del pueblo del mismo nombre”.Los resultados se dieron rápidamente. Las medidas implementadas favorecieron y diversificaron los cultivos de distintos tipos de acuerdo a los informes de la época y según lo describe el historiador Carlos Gama:
“Se tiene noticia de que para 1624 se cultivaba en la región de Rioverde el maíz, caña de azúcar y frutas. También se extendió la ganadería. Dentro del mismo pueblo y, regados por canales llamados acequias, se formaron las parcelas que además contaban con algunos árboles frutales”.
La construcción de canales continuó, ahora con el fin de irrigar también los terrenos pertenecientes a Ciudad Fernández y las parcelas de la hacienda El Jabalí.
En 1731 se inició la construcción de otra acequia (acequia Villana) que beneficiaría a Ciudad Fernández y la hacienda El Jabalí abrió dos acequias: el Capulín y Potrero de Palo.
Sin embargo, la construcción de esos canales no benefició a toda la población de Ciudad Fernández, y comenzaron a tener problemas con Rioverde y con la hacienda El Jabalí. Los fernandenses exigían un acuerdo con aquéllos para que la distribución del agua fuera justa, pues el canal que abastecía únicamente llegaba hasta los límites con Rioverde. El acuerdo se llevó a cabo y para 1791 se estableció la cantidad de agua que le correspondía a cada beneficiario.
“El conducto de agua de Rioverde llevaría 8 bueyes de agua y el de la Villa 7 mas 65 surcos. Un buey equivale a un gasto de 159 litros por segundo y un surco 6.5 litros por segundo”.
Por lo tanto, haciendo la operación aritmética, la cantidad correspondiente al pueblo de Rioverde sería el equivalente a un gasto de 2272 litros por segundo y para Ciudad Fernández un gasto aproximado de 1535.5 litros por segundo; mismos que serían distribuidos por sus respectivos canales.
Desde esa época hasta el presente, las aguas de la Media Luna han sido aprovechadas en la agricultura, sin embargo, en nuestros días el manantial resulta ser más un atractivo turístico y la utilización de sus aguas en la irrigación de sembradíos ha venido a menos. Áún así, su importancia en la economía rioverdense es indiscutible.
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